Sigo con mi periplo por Islandia. Mientras las auroras no se dejan ver a causa de las siempre presentes nubes, voy recorriendo la isla en sentido antihorario y atravesando paisajes increíbles. Hoy hice toda la parte sur, donde se encuentran la mayoría de los volcanes y los casquetes glaciares de Islandia. De ellos bajan ríos que al llegar a la parte más baja se transforman en cascadas. Hay cientos de ellas pero las más espectaculares están marcadas en cualquier mapa y me hice tiempo de verlas. También uno cruza decenas de glaciares, algunos son colgantes, otros bajan hasta los valles y en algunos casos llegan al mar. A continuación algunas fotos (que recomiendo hacer click sobre ellas y verla en su verdadero tamaño para apreciar los detalles) y relato de los lugares que visité.
Cascada de Seljalandsfoss
Partiendo del pueblo de Selfoss hacia el este se empiezan a deslumbrar los volcanes con sus impresionantes glaciares. Al acercarse a uno de ellos, uno va notando su morfología en la parte inferior; son acantilados de colada basáltica, en general vegetados y con muchas aves de diferente tipo haciendo sus nidos y pequeños saltos de agua. El salto de Selfalandsfoss se distingue entre una multitud de otros por su tamaño y porque uno puede meterse por detrás de él y tener una inusual vista:
La Seljalandsfoss es parte de una serie de cascadas que las pude fotografiar y hacer una panorámica:
Cascada Skógarfoss
Siguiendo por la ruta y sobre el mismo volcán donde está la Seljalandsfoss, a 40km se encuentra la cascada de Skógarfoss. Es de las más espectaculares de Islandia porque se puede ver tanto desde abajo como desde arriba. Son 60 metros de altura por donde cae un gran río que bajan de los glaciares de los volcanes Eyjafjallajökull y Mýrdalsjökull.
Acantilados de Dyrhólaey
Siguiendo la ruta podemos tomar un desvío de 4km hacia la costa y ver los hermosos acantilados; donde la lava se encuentra con el océano y genera todo tipos de formas espectaculares y muy difíciles de expresar con palabras aquí. Desde playas de arena negra, basaltos columnares y piedra pome flotando en el mar mientras que en la playa está salpicada de trozos de hielo. Un paisaje de otro planeta, los acantilados de Dyhólaey (den click sobre las fotos!):
Mientras vuelvo a la ruta, me encuentro cara a cara con el volcán que trajo tantos problemas a europeos y a periodistas (estos últimos para pronunciarlo); el Eyjafjallajökull:
Cascada Skaftafell
Sigo camino hacia el próximo destino, una cascada con un condimento geológico interesante. Paso por una zona literalmente marciana; de repente, hacia donde vea lo único que encuentro es suelo negro, muy a lo lejos se alcanzan a ver unos piquitos nevados y nada más, solo la carretera. Estoy en la zona más castigada por las recientes erupciones, luego paso por un puente improvisado de unos 400m de largo el anterior se lo levó el lahar que bajó de los cerros cuando un volcán hizo erupción justo debajo del casquete polar. Continúo unos 40km atravesando esa zona y vuelvo a los acantilados; hay un pueblito que está pegado a ellos y a una cascada por lo que me detuve a fotografiarlo:
Luego, viene una zona de exuberante vegetación (comparado con la aridez del entorno), dejo el auto y a escasos 10 minutos caminando llego a la cascada de Skaftafell:
Es la única cascada de fácil acceso en Islandia que se encuentra en un bosque y cayendo desde basaltos columnares.
Glaciar Jökulsárlón
Siguiendo por la ruta uno puede contar más de 20 glaciares que asoman y bajan desde los cerros hacia la zona del mar, pero uno en particular es famoso porque llega hasta el borde de la ruta y tiene conexión con el mar; es el glaciar de Jökulsárlón. Lo primero que le sorprende a uno es ver que a su izquierda hay como una muralla natural de piedras de unos 20 metros a lo largo de varios kilómetros. Esta muralla no es más que la morrena terminal del glaciar y muestra cual fue su extensión máxima. Son los depósitos finales de lo que el glaciar iba arrastrando. Dejó el auto en una zona de estacionamiento y la primera imagen que tengo es maravillosa:
Enfilo por un senderito y subo al tope de la morena y tengo una vista panorámica espectacular del glaciar y el lago tapizado de pedazos de hielo:
Reconfortado de tantas buenas postales sólo me queda manejar hasta un guesthouse cercano al publito de Höfn, y mientras bajo los bolsos el día se despide con un atardecer hermoso:
Mañana me espera el lejano este islandés con sus fiordos. Esto fue todo por ahora desde el sur de esta hermosa isla. Será hasta la próxima!
joputa, volvé con fotos de auroras o no entrás al país; no me importa cuantas cascaditas asombrosas hayas logrado fotografiar.
Lindas las fotos…. No habían unos caballitos pequeños dando vueltas??
Si, un montón, son como ponys pero más grandes
Dicen que tiene uno de los andares mas cómodos del mundo, el tolt… pero son caballos, no ponies… jejeje…
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tointos