No, en serio. No es planeta. Ni tiene nada que ver con planetas, por lo menos hasta donde sabemos. Es una nebulosa planetaria, bastante simpática y de color bonito si me preguntan. La foto que tomé no es la gran cosa, pero acá está:

Es una pelota. Parece no tener gran detalle… no, no lo tiene. No en grande, pero algo hay.

-Eso- es NGC3918, una nebulosa planetaria, los últimos estornudos de una estrella vieja que está por palmar (morir). Está en la constelación del Centauro, muy cerquita de la Cruz del Sur, y sin embargo, yo nunca la había visto antes hasta el momento de sacar la foto. ¿Y la foto? Bien, gracias por preguntar; es una sola exposición de 5 segundos, con el telescopio de 16″ de la ULP sin reductor focal (o sea, en f/10). No hay mosaico, no hay imágenes combinadas, está cruda cruda. Y me gusta, es engañosamente simple.

La estrella tiene otra envoltura interna, de forma prolada y un chorro de materia (jet stream) que parece haberse formado al mismo tiempo que la anterior. Si miran con atención la foto van a ver que, justamente, la envoltura de gas no es completamente esférica sino que muestra unas pequeñas “alitas”, que son parte de la mencionada envoltura interna.
Para el que esté muy perdido, una nebulosa planetaria es una envoltura de gas fuertemente ionizado por la estrella que la generó; la estrella entra en fase de AGB, lo que sucede al final de su existencia, y empieza a expulsar un montón de gas, todas las capas superiores de la atmósfera de ésta. Al quedar el interior expuesto, brilla fuertemente en el ultravioleta y ioniza a la nube de gas que expulsó, por lo que la absorbe esa luz y la vuelve a emitir, en colores que se corresponden con la composición química de esa nube.

Otra vez tengo que recurrir a Hubble para encontrar una foto mejor que la mia…. :P

Esta vez no me voy a extender, como en otros animales de la semana que han sabido ser nebulosas planetarias, en detalles de composición de la nebulosa planetaria, del por qué de sus colores o del importante papel que juegan estos objetos al insertar en el medio tanto material sintetizado en el centro de la estrella, ni me voy a detener en el por qué del nombre “nebulosa planetaria” o de lo afortunados que somos al poder ver un evento que dura tantos pocos miles de años. Hoy simplemente prefiero decir “¡que lindo!” porque para mi fue una sorpresa enterarme de que esto existía. Y a veces está bueno sorprenderse con algo normal y que no sabíamos que estaba ahí.