Hora de un Haiku:

Busqué una flor
encontré una rosa
en el cielo hoy.

Podrían cuestionarme que llame “animal de la semana(tm)” a la nebulosa de la Roseta, pero como no tengo una sección astrobotánica tuvo que terminar acá. Luego de una charla con una amiga por el chat del telescopio remoto, pensaba ver si podría lograr conjugar ciencia y belleza en un solo texto, pero mejor dejo que la foto haga todo el trabajo. Si, tiene forma de rosa vista desde arriba y se llama la nebulosa de la roseta. Pueden llamarlo poco creativo pero para mi es elegantemente simple. Y ya era hora de que hubiera una flor después de tanto bicho dando vueltas por el cielo nocturno…

La imagen no es de lo mejor; le falta tiempo de exposición, cosa que voy a poder hacer recién en diciembre debido a que ahora ya está demasiado al oeste al principio de la noche, y la fotografié aprovechando que tengo algo menos de una hora antes de que comiencen los turnos del telescopio remoto.

Basta de poesía: esta plantita fue asesinada y colocada en el florero con el telescopio apocromático de 80mm que usamos de buscador del telescopio remoto, y la cámara SBIG ST8. Fueron 16 exposiciones de 60 segundos cada una, para cada filtro de color (RGB). 48 minutos en total.

Esta nebulosa era una figurita difícil de conseguir para mí, debido al brutal tamaño aparente en el cielo; Cubre 1,3 grados en total (y fíjense que verticalmente no entra). Esto es casi tres veces el tamaño de la luna llena.

Lo que estamos viendo es una región HII de hidrógeno una vez ionizado que se encuentra a 5.200 años luz de distancia, en dirección a la constelación de Monoceros (el unicornio). Es parte de una nube de gas molecular gigante y alberga al cúmulo abierto NGC 2244 en el centro. Es un lugar donde aún se están formando estrellas y, como es típico de estas regiones, alberga estrellas de gran masa, de tipo espectral O y B. Se cree que los vientos estelares de estas empujan al medio interestelar generando compresión y, por lo tanto, aún mas formación de estrellas.

Podría haber encarado el post de otra forma, si bien relacionado con el mundo vegetal; En San Luis, así como en varios lugares de la Argentina, hay una planta rastrera que tiene una forma bastante desagradable de diseminarse; genera unas pelotitas pinchudas que llamamos rosetas. Una auténtica porquería, nada poética, que invade todo y se queda enganchada a cualquier cosa. Y no hay nada peor que encajarse uno de esos pinches entre el dedo y la uña.