Los leones ejercen una poderosa impresión en mí. Les empecé a tener un gran respeto cuando visité el zoo de Mendoza en el año 2006 y sentí a uno de ellos gruñir. Su sonido es tan pero tan fuerte que pude ver el miedo en la cara de la gente y yo, aparte de cagado, quedé fascinado con la potencia de ese sonido. Esto me llevó a buscar, cuando no, casos raros, curiosos y excepcionales. A continuación, les cuento los que más me llamaron la atención.

Los “viejos” extintos

Los casos de las tres subespecies de leones de de las cavernas es predecible. Ellos son el león de las cavernas euroasiático, el americano y de Beringia. Entre ellos, dominaron desde Gran Bretaña, pasando por toda Europa, Asia Central, Siberia hasta América del Norte. Se extinguieron hace unos 10.000 años junto con los mamuts y demás megaterios que caminaban sobre la tierra. El por qué es una eterna discusión entre los que apoyan la teoría de la matanza humana y los que dicen que fue el cambio climático (finalización del último período de glaciación wisconsiense). Con la extinción de ellos, se redujo el territorio que ocupaban drásticamente; desaparecieron de América del Norte, Siberia y Europa quedando casi todas las subespecies sobrevivientes en África y una sola en Asia.

Los “jóvenes” extintos

Pero no todos fueron extintos por los humanos primitivos o el cambio climático, sino que particularmente dos especies se las “cargó” el humano moderno.

El caso del león de Cabo es de manual. Dominaba lo que es actualmente Sudáfrica hasta que llegaron los europeos y fundaron Ciudad del Cabo. Este león, de buen apetito, empezó a comerse los animales domésticos, ovejas e inclusive personas, lo que llevó a la caza masiva por parte de los ingleses (no holandeses) que mataron al último en 1865 según los registros. Lo raro de esta historia, es que un tal John Spence, director del zoo de Ciudad del Cabo, buscó por más de 30 años especímenes perdidos llevados a Europa para ser utilizados en zoos y circos. Tuvo la suerte de encontrar en el año 2000 y plena Siberia dos cachorros cuya descendía se remontaba al siglo XVIII y que tenían las características físicas distintivas del león del Cabo. Pudo llevarlos a Sudáfrica y se le realizaron análisis de ADN mitocondrial que no pudieron determinar su origen debido a la entendible hibridación de su descendencia.

El león de Atlas (bárbaro o de Berbería), representa un desafío entender en que estado se encuentra. Antiguamente vivió desde los bosques al pie de los montes Atlas en Marruecos, pasando por Argelia, Libia, Egipto y por el Nilo hasta Etiopía. En lo últimos miles de años la región del Sahara se desertificó (como comentábamos en este post), perdiendo sus pasturas y con ende los grandes mamíferos que cazaba este león. Se redujo sensiblemente su hábitat  y el ser humano tampoco colaboró. Los primeros egipcios talaron los bosques donde vivían; los romanos los utilizaron como elemento de poder y por ende los atrapaban para utilizarlo contra cristianos en el Coliseo; y por último, las regiones boscosas entre el Sahara y el mediterráneo cada vez estaban más pobladas. El golpe de gracia lo dio la introducción de las armas de fuego. Se fue extinguiendo paulatinamente: hacia 1700 desapareció de Libia, luego del este africano; en 1891 de Túnez y dos años después de Argelia. A principios del siglo XX sólo sobrevivían en los bosques marroquíes y su desaparición confirmada en estado salvaje ocurrió en 1922. Según Wiki, hubo un avistamiento no confirmado en 1940.

Lo que quedó de ellos fue una cantidad de ejemplares repartidos en zoológicos de todo el mundo que representaban los mismo problemas que el león del Cabo: su hibiridación. Actualmente hay un proyecto de la Universidad de Oxford que se basa en la determinación del perfil genético a través de especímenes preservados en museo, comparación con posibles leones bárbaros e identificación de animales puros. Esto se está desarrollando actualmente y la primera parte ya se llevó a cabo. La segunda parte (identificación de leones vivos) está en pleno desarrollo siendo los candidatos cerca de 250 animales.

Los casi extintos

Los leones asiáticos (o persas) se encuentran sólo en la reserva del bosque de Gir, en la zona desértica del oeste Indio. Anteriormente abarcaba el este europeo, Cáucaso, península de Sinaí, países árabes e India.  Su extinción en Europa ocurrió en el 100 a.C. pero se pudo mantener durante muchos años más en los otros países debido a la poca densidad poblacional. Cerca del 1800 se extingue en Anatolia, 10 años después en Pakistán, y entre 1870 y 1940 desaparece de los países de medio oriente. En India la situación fue similar; fue cazado casi hasta su extinción en todo el valle del Ganges y para 1913 quedaban solo 20 especímenes vivos. Las autoridades inglesas, previendo su posible extinción  crearon una reserva de 5600km2 en el bosque de Gir, que era el último de los lugares donde quedaban leones en libertad.

En la actualidad la situación es delicada. El problema se debe a que ahora hay más de 400 leones en un espacio que se pensó para no más de 200 y han sucedido ataques a la población cercana a la reserva. Esto ha llevado a la caza ilegal y envenenamiento de los leones. Se está planeando llevarlos a otras reservas más grandes que se piensan hacer en otras zonas de la desértica provincia de Rajastán.

Por último, las subespecies que habitan en África gozan de buena salud. Están dispersas tanto a lo largo de reservas y áreas protegidas como zonas salvajes; desde Sudáfrica hasta Sudán y desde el Índico al Atlántico. Algo sorprendente es su poder de adaptación; han “colonizado” el desierto de Kalahari, las sabanas y las junglas centroafricanas y esperemos que sigan así.

Bueno amigos, esto ha sido todo por ahora. Espero que les haya gustado y será hasta la próxima!