Generalmente trato de incluir una foto propia del animal que esté publicando, pero todas estas noches tuvimos mal clima y demasiada luz de luna. ¿Qué hacer entonces? Pues sacarle fotos a la luna, claro está. Fotos como ésta:

Se ve lindo, ¿no? La mayoría de los astrónomos observacionales suelen aborrecer la luna; refleja tanta luz del sol que “inunda” todo el cielo nocturno con luz impidiendo que uno pueda hacer fotometría de precisión (medir brillo de estrellas) y hace que no se puedan ver objetos débiles. Pero lindo es. Los “huecos” que se ven en la imagen son cráteres de impacto, esta vez vamos a hablar de uno en particular.

El hueco en medio de la imagen es el crater Tycho; llamado así en honor a Tycho Brahe, astrónomo danés y el mayor observador del cielo previo a la invención del telescopio. Era un personaje interesante; perdió la nariz en una disputa (con espadas) con un compañero estudiante y se dice que murió de una infección urinaria por no levantarse de la mesa en un festín. Esto último parece no ser cierto: recientemente se analizaron muestras de su cabello y se encontró una alta concentración de mercurio; era alquimista y parece que lo mataron sus propios remedios (en los que el mercurio era común). El asunto es que al morir, le cede todas sus observaciones (de excepcional precisión) a su discípulo, Johannes Kepler, quien las utiliza para formular sus famosas leyes. Por eso le dedicaron un cráter.

El crater: Es bastante espectacular, y se destaca entre los demás del lado más cercano de la luna. Tiene una estructura de rayos que es típica de impactos “nuevos” (los más viejos tienen estas características cubiertas por los más nuevos) y por muestras tomadas por la misión Apollo 17 se estima su edad en apenas 108 millones de años. El cráter en sí tiene 85 km de diámetro por 4,8 km de profundidad, y los rayos se extienden hasta 1500 km. El puntito del medio es un pico de 1600 metros de altura, y es producto de la forma en la que se desplazó la onda de choque al impactar el asteroide y de la forma en la que se enfrió el crater. En este sitio aparece una referencia a un artículo de la revista Nature, donde se sugiere que el impacto que produjo a Tycho y el del cráter de Chicxulub, en la tierra, tuvieron la misma causa; una colsión de planetesimales en el cinturón de asteroides. Se cree que el impacto de Chicxulub es el que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años.
Antes de terminar, les dejo una yapa: dos cráteres más, Teophilus y Mädler:

El grande del centro es Teophilus y el de abajo a la derecha de este es Mädler. Arriba a la derecha está el Mar de la Tranquilidad, donde alunizó el Apollo 11 (es la región mas obscura). La parte obscura de abajo al centro es el Mare Nectaris. Los mares son regiones innundadas de basalto (roca fundida) producto del vulcanismo en la luna. Teophilus se llama así en honor al filósofo del siglo IV y tiene entre 1100 millones y 3200 millones de años. Mädler tiene ese nombre por un astrónomo alemán que calculó la verdadera duración del año tropico.
¿Qué puede ser más lindo que un paseo a la luz de la luna? Un paseo por la superficie de la luna, por supuesto. Aunque sólo sea a través del telescopio…