Hace unas semanas que estoy fuera del país. No sé si lo notaron por la poca calidad de los posts que se deben a la falta de tiempo. A su vez, parece que a Chimango lo abdujo alguna de sus objetos que ve con el telescopio. Pero cuento un poco el por qué de mi ausencia. Primero tocó Londres, al cual fui por estrictas razones laborales (tercera vez en el año y sólo escribí el post de Stonehenge! Ya voy a escribir más de esa maravilla de ciudad). Ahora, por capricho mío nomás, viajé a Tokio desde Londres para conocer más de cerca la cultura japonesa y “ver que onda” con este país que siempre me llamó la atención y que con poco más de 48hs ya tengo toneladas para escribir o contar en un asado. Pero en este primer post quería dejar impresión de cuatro cosas que verdaderamente me sorprendieron. Son boludeces pero a mí me llamaron muchísimo la atención, y miren que estoy descartando el “barrio Cosplay” donde el más normal que ves yendo a comprar el pan es un friki disfrazado de Dragon Ball Z!
La primera de todas era el sonido de los pájaros en plena ciudad. No podía entender como pajarracos “gritaran” tan fuerte en el medio de Tokio. Hasta que caí en cuenta que eran parlantes, que estaban ubicados en las esquinas y que eran para guiar a los ciegos a cruzar la calle cuando está el muñequito en verde. Los tipos valoran tanto el silencio que están en ese detalle.
La segunda es la sal. No la usan, para nada. Voy a un McDonalds y me pido un combo. Acto seguido, como es de costumbre, pido un sobre de sal. La chica, a pesar de su muy buen inglés no me entiende. Repito y nada. Llama a otra chica, esta a la supervisora y no hay caso. No existen los sobres de sal. Improvisan con un papel de servilleta y la salera de las papas un sobre con sal pero me quedan mirando como un extraterrestre.
La tercera es que en todas partes, pero principalmente las estaciones de subte, hay indicadores de altura. Te señalan cual es la altura sobre el nivel del mar de ese punto. Para cuando haya una alerta de tsunami y te digan la altura que van a tener las olas, vos ya sepas si tenés que moverte a terreno más elevado o si allí estás bien.
La cuarta y la última es el alguna vez leído NFC. Cuando vas a pagar a cualquier lado, muy raramente te acepten tarjeta. En los locales de comida rápida (McDonalds, Sturbacks, etc.) ni siquiera te aceptan la tarjeta. En cambio, los tipos van con el celular, lo apoyan en un disquito blanco, tipo base, y al instante aparece el cobro. Tengo que decir que me quedé como un pelotudo mirando con la boca abierta. Nada de esperar, firmar, pasar tarjeta, es un segundo. Como cuando pagás con la SUBE pero en cualquier lado y con el celular. Lo más tonto es que yo sé que es una tecnología fácilmente adaptable a cualquier lado, pero verla funcionando masivamente me fue sorprendente.
Ya tendré tiempo de sentarme más tranquilo a escribir largo de lo loco y a la vez tradicionales que son los japoneses de Tokio. Por lo pronto toca seguir visitando un poco más la city y luego el famoso tren bala a Kyoto. Será hasta dentro de breve tiempo y los dejo con una joda que encontré en los jardines de Ueno!
Muy bueno, Japón es interesante por donde lo veas…. ojalá pueda ir algún día para conocer….Por cierto, no publique nada porque Chimango me tiene que otorgar acceso de nuevo…. y el está de reunión astronómica…
¡Que grande lo de la sal! Ningún hipertenso por ahí!!!! ja, ja, ja (che, fuiste de paseo “nomás” a Japan?)
Si Pablo, a Japón de paseo nomás! Abrazo
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