Animal de Ruta

Cerro #25: Yareta, 3109m (Δd:1714m)

El cerro Yareta es uno de los pocos 3000´s de la precordillera de Mendoza. En sí es un larguísimo cordón que empieza sobre la ruta provincial 13 y continúa hacia el sur paralelo al cordón del cerro Pelado, hasta llegar al dique Potrerillos. Sobre el final, se ramifica hacia el este y oeste generando subcordones:

En líneas blancas, los filos del cordón del Yareta (Click para agranar)

Estas ramificaciones hacen del cerro un “macizo”, como me gusta nombrarlos a mí. Son características topográficas y morfológicas que van a formar un sólo cerro sin ningún “compañero” alrededor que lo estorbe. Miren de vuelta la foto que abre el post y vean la cantidad de brazos que posee el cerro y el ancho que tiene. A mi entender, sólo el Invernada y el Colorado de Uspallata comparten el carácter de “macizo” para un cerro de Precordillera.

Ruta y días

Lo primero que hay que decir de este cerro es que es muy largo. Repito: muy largo. Asique no lo subestimen porque es sólo un tres mil bajo y porque hayan hecho 4000s del cordón del Plata; este cerro tiene sus vueltas. No importa por donde se ascienda, son 1700 metros de desnivel y más de 10km hasta la cima. Otro detalle es que no hay agua en el camino. Nuestro itinerario fue salir temprano y hacerlo en el día, pero es común un vivac a mitad de la ruta y un segundo día de cima. Es así como lo hacían en la escuela de guías en la primer salida de los estudiantes, eso sí, van con mochilas a full. La ruta no es única y que yo sepa posee dos “normales”. Tiene otras 3/4 variantes posibles pero las cuales no tengo registro de ascensiones. Desde ningún punto posible se puede divisar la cima del cerro (sólo desde el mirador de la ruta 89), ya que es apenas un morro cumbrero en una zona de altiplanicie. El camino elegido por nosotros es bastante obvio en los papeles: hacer un acercamiento al pie del filo sur que lleva a la zona alta del cerro y de allí, en la parte alta (arriba de 2600m) hacer la travesía a la cumbre.

El Relato

Un sábado de mayo de 2014 me despierto temprano y paso a buscar al amigo Davolio, a la Hippie y al “Pendejo”; es el equipo de ascenso. Ponemos rumbo a Potrerillos y a las 8.20hs dejamos el auto pasando la entrada a Potrerillos, en donde tiene su base Ríos Andinos. Allí hay un ex-puente ferroviario, ahora devenido en un improvisado puente automotor. A las 8.35hs empezamos a caminar. Nos encontrábamos a 1390msnm

Apenas cruzamos el puente tomamos a la izquierda por un camino de tierra que bordea el río y que luego se interna en la quebrada de los Gateados hasta empalmar con la provincial 13, pero mucho antes dejamos el camino para adentrarnos en la quebrada que se nos abre hacia el norte y que es conocida como “de los Yaretas”: Inmediatamente cambiamos camino por arroyo seco y la pendiente, si bien es suave, empieza a calentar las piernas. Vamos dejando a nuestra izquierda al cerro Tortugón y a los 2,6km del inicio llegamos a un punto tripartito: la quebrada que continúa hacia arriba, una pequeña que se abre a la izquierda y una muy importante que se abre a la derecha. Allí mismo se encuentra la parte final de un filo; ese es el que hay que subir. Tiene una primera parte explosiva y con huella poco marcada; bien vertical pero sin la necesidad de usar los brazos. Así son los primeros 150m de desnivel hasta donde se aplana y llegamos a la cresta del filo. El filo continúa hacia el norte muy amablemente y ganando metros de a poco. En un punto se gira hacia el este y se encara la subida de un morro que se presenta desmoronada. Allí uno debe seguir la senda de guanaco muy bien marcada hacia la izquierda, como recortando el morro. No se debe ascender porque luego se debe volver a perder altura. Nosotros lo terminamos de rodear y en un pequeñito collado hicimos nuestro primer descanso. Prendemos el GPS y vemos la altura. Estamos a 2130m, 735 metros más arriba de donde dejamos el auto y siendo las 11.15hs. La tasa de ascenso que llevábamos era de 280m/h, muy buen valor si tenemos en cuenta del largo acercamiento. Luego de unas manzanas y sánguches, ponemos rumbo de nuevo hacia el norte. Acá la ruta se aclara bastante. Hay una sucesión interminables de morros y planicies hasta un punto muy lejanos. Davolio, que ya hizo el cerro previamente, nos advierte que aquella cima tan lejana realmente no es la cima, sino que está muchísimo más atrás. Emprendemos la camina 20 minutos después de parar y en ese sector apuramos el ritmo, ganando metros horizontales muy preciados. Al cabo de una hora, lo que teníamos muy lejos aparece bastante cerca. En un punto antes del morro que creíamos la cima hacemos la segunda parada. A las 12.35hs retomamos el camino pasando por la derecha al morro y evitándonos subir 50 metros en vano. Una vez que se pasa el morro se accede a lo que se podría describir como una pequeña planicie llena de coirones. Aquí se debe descender obligatoriamente unos 20m y se hace una travesía corta por la parte alta de la planicie. Desde aquí es apreciable la cima del cerro. Todavía se ve muy lejana. Vemos como aparecen unas nubles desde el este y como el viento empieza a soplar más fuerte y mucho más frío: está entrando el pronosticado frente frío. Continuamos el ascenso mientras rápidamente las nubes nos empezaban a cubrir y a reducir la visibilidad notablemente. Luego de un ascenso muy lógico siguiendo filos que se unían a otros filos, llegamos a un pequeño coll donde hacemos nuestro tercer descanso. A esa altura del día ya estábamos un poco cansados pero con mucho ánimo. Eran las 13.30hs y estábamos a 2740m de altura. Según el GPS todavía estábamos a 2,3km lineales de la cima, una barbaridad si tenemos en cuenta que la hora límite para pegarnos la vuelta eran las 15.oohs. Allí decidimos hacer una parada corta y salir para arriba a las 13.45hs. Nos quedaban 400 metros de desnivel y mucha distancia para recorrer. Para nuestros adentros, los 4 sabíamos que si no le metíamos pata no alcanzábamos la cima. Asique salgo punteando el grupo con paso fuerte. Hacemos un primer ascenso hacia la derecha, todo por un filo/morro muy lógico y luego éste mismo nos lleva hacia la izquierda. A esta altura no se veía ni a 10 metros por lo que todo lo hacemos en base a GPS. Ya cuando el GPS marca la barrera de los 3000m sabemos que la cima no se nos escapa. La última parte es un ascenso por un pequeñísima quebrada (no llega a eso pero es una bajante de rocas desde la cima) que se empieza a encarar de oeste a este y que mientras se transita en una senda marcada (la única en todo el recorrido) va girando a la izquierda hacia el norte. Al llegar a una zona alta vemos el morro cumbrero que lo subimos en 10 minutos. A las 14.42hs llegamos a la cima! Hicimos los últimos 450m de desnivel en apenas una hora y con una distancia horizontal muy grande. Lamentablemente estaba muy nublado y la vista era solamente de las antenas que hay en la cumbre y del artefacto que dejó el ejército marcando un punto nodal (como el del Pelado, Invernada, Alumbre, Burros, etc.). Aprovechamos para sacar fotos del grupo, hacer payasadas ante las cámaras, hidratarnos y descansar un poco. Estuvismos sólo 20 minutos en la cumbre. En ese punto el GPS me marcó 3109m (oscilando entre 3108 y 3110).

El Descenso

Al ser un cerro tan grande, desde la cima se desprenden múltiples filos, y ese es el mayor peligro de este cerro. Uno puede tomar el camino equivocado y perderse feo o quedar enriscado. Error mío fue no tener pilas extras en el GPS, por lo que tuvimos que comenzar el descenso con batería baja y sin saber si se nos iba a apagar en qué momento. La ruta es tan pero tan traicionera (siempre hablando de visibilidad nula) que nos terminamos desviando del camino, aún con GPS, en 3 ocaciones. Desvíos cortos, pero que para retomar el camino nos demandaba volver a subir esos 50m de desnivel y perder preciado tiempo. A eso súmenle el cansancio acumulado. Recién al llegar al segundo descanso parecen las nubes irse (en realidad, bajamos de su nivel base) y el filo por donde subimos se abre ante nuestros ojos. Recién allí respiramos aliviados. El GPS aún funcionaba pero ya no era necesario por lo que lo apago. Al llegar al primer descanso vemos la posibildiad de bajar por un corto acarreo que nos deposita en la parte alta de la quebrada la cual iniciamos nuestro camino en la mañana. La idea era bajar por ella hasta “empalmar” donde comienza la ruta al filo. A partir de allí es terreno conocido.

Ruta de descenso en rojo

Efectivamente bajamos el acarreo y llegamos a la quebrada que tenía mínimos vestigios de alguna vez correr agua. El lecho está lleno de planta pinchudas por lo que empezamos nuestro descenso por ella atravesando un laberinto de pinches. Una hora después estamos en el empalme, ya siendo las 18.30hs y con mínima luz natural. Como autómatas continuamos nuestro descenso (no paramos en ningún momento desde la cima) bajo un cielo nubladísimo y muy oscuro. A las 19.35hs, ya sin luz natural cruzamos el puente y llegamos al auto. Habíamos caminado 26km y teníamos encima un desnivel acumulado de 1994m (1714m para el cerro y 280m más de reascenso durante nuestros desvíos en la bajada). Lo que sigue es lo que indica el manual: estirar, hidratar, comer algo y poner la proa hacia la ciudad de Mendoza.

Ya al otro día, las artes cinematográficas del amigo Adrián nos entregan este hermoso video del grupo actuando en los cerros. Costumbre que se viene repidiendo desde hace ya un tiempo:

Recomendaciones

Para este cerro aconsejo un muy buen estado físico, ya que el desnivel a sortear es interesante, llevar agua necesaria para 12hs de travesía y lo más importante, averiguar antes cómo va a estar el clima. Si va a estar nublado, directamente carguen la ruta en el GPS y salgan tranquilos. Si no tienen GPS, no vayan. Es un cerro muy similar al Invernada, para arriba todo es lógico pero para abajo se convierte en un laberinto en el que podés terminar enriscado. El descenso no es complicado bajo las condiciones climáticas ideales pero en un día sin nubosidad, y al no poseer una senda, puede terminar siendo un dolor de cabeza. Es un cerro ideal para hacerlo en primavera u otoño. En invierno ya vamos a tener algo de nieve y los días demasiado corto como para terminarlo en el día y con luz natural y en verano es un infierno cálido.

Bueno amigos, esto es todo por ahora. En un mes estaremos contándoles una nueva aventura. Para los que les interesa tener todos los cerros de Mendoza mapeados en Google Earth acá podrán descargarlo y visualizarlo en ese programa. Como siempre, se aceptan sugerencias y/o comentarios.