Animal de Ruta

Una pavada

En la vida real(tm), las luchas del estilo “David vs. Goliat” terminan con David despanzurrado en el piso, cesada su existencia y desvanecido su último pensamiento, el cual muy probablemente fue “esto no estuvo bien calculado, hmmm…” al tiempo que ve la suela del zapato del gigante desde la peor perspectiva posible. La historias que salen de ciertos libros de ficción o de enfrentamientos del ejército de E.E.U.U. contra ciertas guerrillas parecen envalentonar a algunas personas que encaran tareas quijotescas contra cosas vivas que no son molinos de viento, con las consabidas consecuencias.


Fue así como, armado con una parrillita eléctrica, Guillote atrajo el tipo de atención equivocada. Fue así que nos obligó a Fox y a mi, muy a nuestro pesar, a contestarle con munición gruesa. Para cuando Guillote tomó un curso de ataque más adecuado, su destino ya estaba sellado, tal cual los nazis y sus desarrollos tecnológicos cerca del final de la segunda guerra mundial; ya era demasiado tarde. Alemania no debía enfrentarse a los aliados y a Rusia al mismo tiempo.
Y si por si las dudas no se rinde, en una movida que va a ser muy criticada por las organizaciones de derechos humanos y otros hippies, los altos mandos hemos decidido soltar la bomba:

Empecemos soltando a Little Boy. Para quienes critiquen temas de salud: éste es el entrenamiento que estuvo siguiendo YeOldeFox, y logró subir el Plata (5968m). La dieta funciona.

Lo anterior y lo siguiente han sido ingeridos con motivo de la llegada, por parte de éste, vuestro humilde y a la vez pretencioso escritor, a la mitad de la espectativa de vida que puede tener un ser humano acostumbrado a nada menos que semejantes ágapes y convidios. Si bien el matambre a la pizza anteriormente exhibido había sido magistralmente ejecutado por YeOldeFox, que el FSM lo tenga en la gloria por semejante hazaña, lo remarcable de ese medio día era eso que se ve embotellado ahí, a veces conocido como “un totín de puta madre que si lo mezclás con soda te agarro a garrotazos”, o vulgarmente llamado “Saint-Emilion Grand Cru 1999” de la bodega Château Haut Cormey, como le dicen en la calle. Claro que fue precedido por algo de cerveza y seguido de abundante cerveza durante la tarde, a lo que se le puede sumar un pisco Alto del Carmen, y por qué no una picada que incluyó trozos de queso de cabra casero que me regaló YeOldeFox. (mmmhhh… bruceloso…)

Pero el evento principal vino a la noche. Nobilísima ave fue sacrificada en nombre de agradar a los más exigentes (y bastante repletos ya) vientres, acompañado con unas papas gratinadas con un buen pategrás. Por el relleno (y el vino que acompaña, esta vez de la bodega de YeOldeFox) y por el sabor, me atrevo a decir que semejante pavo sólo es de esperarse en series televisivas nor-norteñas de tan alto calibre como Alf:

Fat Boy, alias Pavo pavó y pavo pamí. Una auténtica pavada rellena. Acompañado de un Caelum Chardonay. Y agradecé Guillote que no posteamos ni la picada del domingo anterior a esto, ni el asado con cerveza casera de cuando volvimos del sur. Tenemos nuestros límites...

De esta manera, las aspiraciones culinarias de parrillita eléctrica de Guillote han sido contundentemente pisoteadas por nosotros, como si fueran hojitas de rúcula sucumbiendo ante las poderosas pezuñas de una noble vaca, Q.E.P.D. (Que el pasto digiera).