Animal de Ruta

Comportamiento sexual según una función

Si, este delirante post surge de andar leyendo libros de matemáticas extraños (Mandelbrodt y sus fractales a la cabeza) y después andar haciendo “otras cosas”(?). Adéntrese en una relación nardogeek entre dos mundos tan diferentes.

El hombre y el Delta de Dirac

El hombre es simple, básico, sencillo. Va de 0 a 100km/h en segundos y puede volver a cero en el mismo tiempo, por lo que puede considerarse que lo representa una función pulso:

El hombre y la función pulso. De la nada misma a estar "como loco" y de vuelta a su estado natural sin escalas!

Analizando el gráfico, uno ve que la duración del acto está dada por la distancia A. Sin embargo, pienso que estoy siendo demasiado benévolo con algunos. ¿Quién no ha sufrido el síndrome del gorrión alguna vez? (Para saber qué este síndrome, acá está explicado. Pero cuidado, es altamente NSFW!). Como notarán compañeros, es bastante común mientras más jóvenes somos. Por todo ello, se me dio el capricho de asociar el desempeño masculino con una clásica aproximación a la función Delta de Dirac.

Por si no lo sabían, el gráfico de la izquierda es una aproximación matemática a la función Delta de Dirac a partir de una distribución gaussiana. ¿La ecuación? Es la siguiente:

En este caso, el coeficiente A representa la edad. Mientras más chico se hace A, la curva se vuelve más pronunciada y los tiempos se acortan. En el debut sexual, llevamos las cosas al límite (matemáticamente hablando LimA->0), la performance masculina se transforma en una función Delta de Dirac:


Toda la actividad se concentra en un sólo punto de duración instantánea!

Acá, el desempeño se lleva a cabo en un instante (algunos dicen que exagero y que son “unos 20 furiosos segundos”). Aparte de haber llegado al concepto de límite y transformar nuestro debut en tan rara función, también la hemos transformado en un desastre! No hay que sentirse angustiados, neonatos sexuales! Es un proceso que todos hemos (y estamos(?)) sufrido!

La mujer y la naturaleza fractal

La mujer es mucho más especial. Se irrita instantáneamente, explota espontáneamente sin razón o advertencia, se congela sin razón aparente. Y es que con su comportamiento tenemos que llevar las matemáticas a su límite; los fractales. El por qué no es un capricho sino que comparten muchas cosas en común. Los fractales siempre se creyeron que eran objetos caprichosos y con una extrañamente irregular “forma de ser”; su homotecia interna (autosimilitud a diferentes escalas) y su impredecible comportamiento… igual que las mujeres! Pero si ahora nos ponemos a ver un polvo fractal (cuidado con pensar que dije polvo fractal, no polvo a secas):

Polvo de Cantor-Koch

En él, (el famosísimo polvo de Cantor-Koch) vemos una similitud asombrosa con los deseos femeninos. La duración, que es siempre mucho mayor a la del hombre, o la irregularidad y los típicos altibajos. Inclusive los momentos previos al climax que tanto confunde al hombre con poca experiencia en el cual él cree que llegó pero en realidad es un casi. La siguiente curva (la función de Weierstrass) es otro exponente de la gran similitud entre los fractales y las mujeres:

Función de Weierstrass

U otra que representa a las afortunadas(?) que pueden llegar dos veces:

Y así podríamos encontrar iguales para cada mujer con su respectivo fractal.

Este delirante post pensado una noche de altísima fiebre (39º) ha llegado a su fin. Si pensaron que iban a encontrar algo mucho más interesante y se aburrieron no es mi culpa. Sólo por esta vez le pueden/podemos echar la culpa a la maldita gripe. Hasta la próxima!