Una vez más le contamos una aventura de montaña. En este caso, con tres exóticos cerros de la Precordillera de Mendoza. A continuación, la ubiacación, acercamiento, planeamiento y el relao de ascensión. Bienvenidos.
Estoy seguro que la mayoría de los que caminan la precordillera mendocina desconocen estos cerros. La ubicación de ellos y el muy difícil acceso hacen que sean poco caminados. Se encuentran al oeste del cerro Arco, entre la línea de cerros de la zona Arco-Gateado-Áspero y los cerros de Villavicencio. En el medio está la pampa de Canota y algunos filos que descienden al oeste. En particular hay una familia de cerros (los tres mencionados más el cerro “Mogote del Mal Paso”) que se ubican entre la quebrada del Totoral y la quebrada del Toro. Debido a su inaccesibilidad, la zona está repleta de restos de maniobras militares, inclusive los restos de un avión que cayó allí.
El acceso más directo hubiera sido tomando la ruta a Villavicencio (Provincial 52) y apenas al pasar el cerro La Cal, tomar el “camino” al oeste hasta el puesto del Totoral. Eso nos deja en la entrada de la quebrada homónima. En nuestro caso no sabíamos si había una tranquera que nos prohibiera el paso por lo que descartamos esa opción. Lo que planeamos y ejecutamos fue entrar por la ruta provincial 13 hasta un punto cercano a los cerros. Hay que recordar que si bien es ruta provincial es sólo apta para 4×4, ya que hace mínimo 20 años que no tiene mantenimiento y está MUY destruida. Ahora sí, empezamos con el relato.
La historia
El cerro Mogote del Diablo me llamó la atención cuando tenía 11 años. Tomando la increíble ruta 13 hasta los 3200m del “Segundo Monolito” (mirador donde uno ve la ciudad de Mendoza, el cordón del Plata, Aconcagua y cordón del Tigre), a mitad de camino se abre una pequeña pampa con un alto y puntudo cerro cerrando la vista al norte. En ese entonces, nos llamó tanto la atención que decidimos parar la camioneta y hacer un kilómetro a pie para ver algún acceso a ese cerro. Lo que nos encontramos en ese entonces mi viejo, dos amigos de él y yo era una profunda quebrada que separaba nuestra pampa del cerro. En ese entonces nos era inviable.
Pero un domingo de junio y 19 años después, decido intentar hacerlo. Los compañeros de ascensión eran Adrián y los dos Pablos. A las 7.30hs ponemos rumbo para allá. Pasamos el barrio municipal y comienza el ripio. El camino lo conocía bien porque lo hice en mi Focus hace un mes y casi lo desarmo. En la camioneta es mucho más simple. Llegamos al puesto de las Chilcas (donde dejé el auto anteriormente) y continuamos camino a los caracoles. Ponemos la doble baja y medio tensionados subimos por esas complicadas curvas. El momento de tensión, como siempre, se da en la “curva de la laja”. Literalmente un escalón de roca que hasta las mejores camionetas lo sufren. Una vez pasado eso seguimos hasta el final de los caracoles (Primer monolito de los 2400m) y nos montamos sobre el arroyo seco que nos lleva a Casa de Piedra. Unos 10km más arriba estamos sobre la pampa donde dejamos la camioneta (32°45’2.75″S 69° 3’40.50″O).
Ya eran las 9.30hs, el sol había salido y la temperatura (si bien seguía bajo cero), era muy aceptable. A las 9.50hs ponemos rumbo al norte y luego de caminar 15 minutos llegamos al borde de la garganta de la quebrada del Totoral. Vemos posibles vías de descenso (recuerden que estábamos a 2670m).
El descenso lo improvisamos; en Google Earth se veían todos los posibles descensos medio complicados pero siempre se le da una vuelta de rosca. Enfrente nuestro y siempre visible, el Mogote del Diablo. Cortando hacia la izquierda (oeste) vamos perdiendo terreno hasta que encontramos un muy lindo filo con huellas de guanaco bien marcadas por donde descendemos y perdemos terreno a toda velocidad. Luego de una hora bajando llegamos al arroyo seco que dicta la base de la garganta. Aun así estamos bastante al oeste del comienzo del cerro, por lo que tenemos que caminar más de 1000m quebrada abajo hasta encontrar una ruta de ascenso al cerro. Hemos descendido 400 metros! Eso nos iba a tocar ascender a la vuelta.
Recién vimos una captura desde el sur del descenso, ahora vamos a ver una foto tomada mientras subíamos el Del Diablo al sur. Recomiendo hacerle click para verla en mejor calidad:
En negro marqué la ruta por donde veníamos y el rojo la ruta del descenso.
Una vez llegado al pie del cerro, el ascenso al Mogote del Diablo no tiene mucho misterio (a pesar de lo imponente de su vista). Se comienza por una quebrada que desciende por “detrás” del cerro y se encara por la cara oeste. No tiene huella definida y la pendiente es importante, por lo que luego de tanto descender, el ascenso abrupto te hace cambiar rápidamente de aire.
Los 600m de desnivel lo hacemos muy rápido, y a las 12.00hs estamos pisando su cima. Lo que viene es comer, hidratar, tomar medidas GPS y chusmear el comprobante anterior. Llama la atención la cantidad de “tubos” de bengalas de humo que hay en la cima, restos de antiguas maniobras militares. La altura nos da 2852m y tenemos una impecable vista al este. Veamos ahora la ruta desde la camioneta hasta el Del Diablo:
Ahora una panorámica desde la cima del cerro hacia nuestros otros objetivos que se ubicaban al norte. En rojo la ruta que íbamos a realizar:
Medios apurados seguimos marcha al próximo cerro. Para ello toca descender 100m y hacer una larga caminata al norte de 2,5km. Durante ese trayecto se pasan varios morritos por la derecha, lo que nos evita subir y bajar repetidas veces. Recordemos que el objetivo ahora es el Mogote del Pozo, unos 100 metros más alto que el anterior cerro. Comenzamos a bajar del Mogote del Diablo y perdemos metros muy rápido. Ya casi sobre el colladito donde comienza el reascenso saco la siguiente fotogrfía donde se aprecia mejor el camino que nos toca hacer:
La ruta es fácil de hacer y a mitad de camino nos sorprendemos con una cruz del año 1982 recordando a un piloto de las FFAA. Allí mismo encontramos restos de un avión, por lo que suponemos que se estrelló contra las estribaciones del cerro.
El objetivo (el cerro Mogote del Pozo) se hace desear más de lo esperado. A pesar de verse ligeramente más alto que el anterior, el descenso del medio y luego el ascenso al cerro hacen sentir las piernas. A las 13.30hs llegamos a la cima. Ahora la vista es mejor aún. Con el Aconcagua despuntando en el lejano oeste y toda una vista a la Precordillera Inclusive se veía la Sierra de Pie de Palo, una hermosura geológica que da para otro post. Allí hacemos exactamente lo mismo que en el del Diablo y luego de 15 minutos decidimos el próximo objetivo. El cerro Mogote del Mal Paso, más al norte, se ve accesible, pero el del oeste, más lejano y alto, se vuelve más tentador. Ese cerro se llama Angostura. Sabemos que está lejos, a 2,5km de distancia y que en el medio hay que bajar unos 200m de desnivel. Adrián nos dice que él no va debido a que tiene que cuidarse una lesión muscular y no quiere exigirse demasiado. El resto (los Pablos y yo) salimos disparados hacia el oeste y yo hacía esta foto al salir:
Descendemos hasta un collado que hace de cabecera de la quebrada del Toro y luego nos metemos por una simpática quebradita que comienza con dirección oeste y lentamente tuerce su rumbo al norte. Los pasos cada vez se hacen más lentos (habíamos empezado furiosamente) y luego de 75 minutos de esfuerzo se nos abre el morro cumbrero.
Allí encontramos un mojón de cemento y ningún comprobante. Eran las 15.00hs exactas, por los que nos dimos un tiempito para comer e hidratar antes de pegar la vuelta.
Teníamos dos opciones de descenso: seguir al sur para luego descender a la quebrada del la Totoral bien arriba de donde descendimos o volver por el mismo camino que vinimos. Elegimos la opción segura. A las 15.30hs estamos en marcha a todo vapor para abajo; pesa sobre nuestras cabezas el reascenso que vamos a tener que enfrentarnos. A 10 minutos de empezar el descenso aprovecho para sacar una foto hacia el este, mostrando desde dónde veníamos (en rojo) y el camino de vuelta (en azul):
Luego de llegar al collado tomamos una senda de guanaco en dirección al Del Diablo. Tuvimos que ascender y descender varios metros pero mantuvimos un ritmo rápido de caminata. Al llegar al morro del Diablo, lo pasamos por la derecha (oeste) para no ascenderlo. En algo más de 1 hora caminamos desde el Angostura hasta el Del Diablo! Eso es algo así de 4,6km y 300m de reascenso. Allí pudimos encontrar nuestras propias huellas de ascenso, cosa que SIEMPRE es una buena noticia cuando uno vuelve por un lugar diferente que el por donde subió. En 30 minutos más estamos en la quebrada del Totoral con el sol yéndose y con el horario quemándonos los pies. Eran las 17.30hs y no nos quedaba más de una hora de luz. Enfrente nuestro, un murallón de rocas coloridas de 400 metros de desnivel nos separaba de la camioneta. Cabeza, corazón y huevo. Paso tras paso. Parar para recuperar la respiración. Y así durante 90 minutos en los cuales veíamos como la luz natural se iba y nos acercábamos un poco más a la pampita de la camioneta. Finalmente, ya casi sin luz, alcanzamos el borde de la pampa con una vista impagable y lo demás fue volver a casa
Información adicional
Ahora les paso los datos duros de la la salida: caminamos un total de 19 kilómetros e hicimos un desnivel positivo de 1400m. Durante todo el transcurso no hay agua, asique llevar un mínimo de 2 litros de agua. Se debe guardar energías para el reascenso de 400 metros, que al principio de la caminata parecen fáciles de hacer pero cuando uno viene cansado, con las piernas seteadas en descenso y luego de tenerlas inactivas 3 horas cuesta volverlas a poner en calor. Como todo cerro de precordillera, recomiendo esquivar la época de verano para hacerlo.
Bueno amigos, esto es todo por ahora. En un mes estaremos contándoles una nueva aventura. Para los que les interesa tener todos los cerros de Mendoza mapeados en Google Earth acá podrán descargarlo y visualizarlo en ese programa. Como siempre, se aceptan sugerencias y/o comentarios.