¿Qué escribir y qué no escribir de este cerro? Qué escribir porque está todo publicado; rutas, records, historia, etc. Qué no escribir porque toda expedición tiene sus problemas internos (a veces más graves, otras muy lights). En fin, voy a dar una breve introducción del cerro y posteriormente voy a contar qué hicimos cada día. Estoy seguro que a los amantes de la montaña les va a interesar y si capto alguien que no es del palo ya me voy a dar por satisfecho.
El cerro Aconcagua es el más alto de América y de cualquier región menos la asiática. Es el único +6900 confirmado teniendo al Ojos del Salado (segundo más alto) como posible acompañante ya que las mediciones más precisas de él dan 6891m +/-10m.
Brevísima descripción de caras y rutas
El cerro posee 4 caras bien marcadas.
- La pared sur es un desafío mítico para los escaladores. Esta temporada sólo un grupo de 3 americanos la intentó y conquistó.
- La pared oeste, a pesar de no tener el marketing de la sur, es igual o más difícil todavía debido a que es un “gran pedrero” de roca muy frágil. Nadie esta temporada la ha intentado según lo que me dijeron los guardaparques.
- La cara este se presenta con un gran glaciar conocido como “glaciar de los polacos” y es relativamente fácil ascender por él pero se necesitan conocimientos de tránsito en hielo. Una centena de personas la intentó este año.
- La cara norte, lugar de muchas rutas incluida la ruta más fácil o conocida como “ruta normal”. Año a año se internan unas 1000-2000 personas por allí para intentar el cerro.
Permisos
El Aconcagua se encuentra dentro de un parque provincial del mismo nombre y se debe pagar por ingresar a él. Los permisos son por el día, 3 días, una semana y el más largo que es de expedición (21 días). Este último es el que se debe sacar y abonar para poder subir el cerro. Esta temporada (2012-2013) cuesta 1200 pesos para argentinos residentes y si van con algún servicio el precio baja a 1000 pesos. Para extranjeros la tarifa se cuadruplica.
Empresas y servicios
En el cerro es muy común escuchar de “servicios”. Son una decena de empresas que se encuentran en el campo base de la ruta normal (Plaza de Mulas) y en el campamento intermedio entre Mulas y la entrada al parque (Confluencia) las cuales tienen domos (carpas gigantes), cocina con su correspondiente cocinero, servicios de telefonía satelital e internet, alquiler “rústico” de ropa, porteadores, guías, etc. Además que varias de ellas tienen servicio de mulas, animales esenciales para llevar las pesadas cargas desde la entrada al parque hasta el campo base. De todas formas, uno puede ir tan independiente como quiera (sin contratar nada de nada) o tan dependiente como quiera (contratando servicio de estadía, guías, porteadores, las 4 comidas, dormir en sus catres, etc).
En nuestro caso elegimos contratar servicios de mulas (como el 99,9% de la gente) hasta Plaza de Mulas (campo base). Con eso ganábamos más de 6 días porque sino teníamos que caminar los 35km que separan Mulas de la entrada al parque (Horcones) unas tres veces ida y vuelta llevando bultos. El servicio se lo contratamos a Lanko porque al usar sus mulas nos permitían en el campo base estar en un domo de ellos. Esto puede parecer una tontera pero créanme que no hay cosa más incómoda que cocinar y matar el tiempo dentro de la carpa personal. En cambio en un domo uno tiene una silla, una mesa y demás gente con quien charlar y fraternizar. Es la única empresa que ofrece eso asique la recomiendo por sobre las demás.
Telefonía e internet y otros
Estos servicios sólo se encuentran en el campo base y créanme que no son baratos sino de los más caros del mundo. Internet sale 10 dólares los 15 minutos y hablar por teléfono 10 pesos por minuto y te cuentan desde que da tono; si nadie atendió, igual pagás. Los días nublados es difícil que abran las carpas de comunicación ya que todo funciona con paneles solares.
Las duchas calientes también funcionan con el sol. Si se quieren sacar la roña van a tener que ponerse con 75 pesos y si necesitan una toalla son 25 pesos más. ¿Comerse una hamburguesa? 50 pesos. ¿Una pizza de 8 porciones? 90 pesos. ¿Una gaseosa? 35. Moreno acá se escandalizaría! Tampoco piensen que es la mejor hamburguesa o pizza de la historia pero después de comer tanto tiempo comida en lata o deshidratada les juro que lo van a pensar.
Los desechos
A la entrada del parque dan dos bolsas; una blanca para la basura y una marrón para la caca. Al contratar las mulas de Lanko, ellos también se hacen cargo de nuestra basura. Directamente en el campo base dejábamos los papeles y demás cosas en una bolsa grande para basura que había en el domo. Campamentos arriba, uno debe usar la bolsa blanca pero la deja en el domo cuando regresa al base. Es importante que si hacen esto la gente de Lanko o de la empresa que sea les firme el permiso para que guardaparques no les cobre multa por no tener la bolsa a la salida del parque.
La caca es todo un tema. En Confluencia (campo intermedio a Mulas) y en Mulas (campo base) hay “baños públicos”. Estos son un agujero en el suelo con un recipiente contenedor de caca que cuando se llena lo enganchan a un helicóptero y lo lleva a la entrada del parque para su tratamiento. Las empresas tienen sus propios “baños” y, una vez más, por haber contratado servicio de mulas podíamos usar los baños de Lanko que no están tan “transitados” como los baños públicos.
En los campamentos superiores al base (Plaza Canadá, Nido de Cóndores y Cólera), se debe defecar y meter en la bolsa. Las técnicas son múltiples; cagar afuera, esperar que se congele y luego meterlo a la bolsa; cagar dentro de la bolsa directamente; que si cagás muy blando es un desastre y manchás todo y así uno puede estar hablando horas y horas sobre el tema. De hecho en los tiempos libres es uno de los temas del que más se habla en todos los campamentos. No importa la nacionalidad ni la edad y menos el género; la caca es junto a la aclimatación y el clima los temas de conversación obligados.
“El Circo”
Me encontré con varios que se quejaban que el cerro es un circo, que estaba lleno de gente, que te quieren cobrar por todo y una larga cadena de quejas. Obvio que casi todos los que se quejaban eran argentinos y no precisamente de BsAs sino que eran andinistas de otras zonas. Sin llegar a tener un cruce con ellos les dejé dicho que qué esperaban si iban al cerro más alto de América y al más concurrido. La verdad que ese tipo de gente es despreciable; es como que fueran a Mar del Plata en enero y se quejaran que hay mucha gente. Obvio nabo! A ver; si no querés ver gente en el cerro, hacelo por otra vía (no hay una sola, hay 36) o directamente hacelo en otra época del año. Pero no, sos un energúmeno que te quejás de que hay mucha gente en enero en Plaza de Mulas.
Nuestro itinerario
La idea era estar un máximo de 18 días en el cerro, dentro de los cuales incluían 6 días de reserva por mal clima. Si todo salía bien debíamos estar al décimo día en la cima y al duodécimo fuera del parque. A continuación paso a mostrar una foto que tomé del Google Earth y que marqué con los principales hitos del cerro. El camino se ve muy claro en la primera parte (hasta Nido de Cóndores) que es cuando el camino discurre por la zona oeste de la cara norte. Recomiendo enfáticamente que hagan click sobre la imagen para verla en buen tamaño:
Posteriormente el camino sale desde Nido de Cóndores buscando el filo que se para las “subcaras” noroeste y noreste y va bordeando este hasta la parte superior del cerro:
El día a día
Día 1: Horcones (2800m) – Confluencia (3400m)
Llegamos en movilidad desde Mendoza a Los Penitentes al mediodía. En la mañana habíamos ido a la secretaría de turismo ubicada en la zona céntrica de la ciudad de Mendoza a buscar nuestros permisos. Dejamos nuestros petates en Lanko y con una camioneta de ellos nos trasladan hasta la entrada al parque, distante 7km de donde estábamos. Antes de ingresar al parque, pasamos por la oficina de Guardaparques donde nos firman el permiso y nos dan las ya famosas dos bolsas.
Emprendemos camino por la quebrada desde el sur hacia el norte a una altura de 2800m con un día nublado y en menos de 3 horas estamos llegando al primer campamento, Confluencia (3400m). Allí nos quedamos el resto de la tarde y hasta el otro día pero antes tuvimos que pasar por la casilla de Guardaparques a que nos firmen el permiso.
Día 2: Confluencia (3400m) – Plaza de Mulas (4400m)
A la mañana nos levantamos y obligadamente tuvimos que ir a los médicos a que nos midan la saturación de oxígeno en sangre, parámetro indispensable que indica si uno está aclimatando bien o no. Todos estábamos arriba del mínimo 90%, por lo que nos lo anotan en el permiso y nos dejan continuar hasta Plaza de Mulas.
El trayecto es de por sí bastante largo, insumiendo unas 8 horas en hacer los 17km de distancia, los 1000 metros de desnivel con más de 20kg de peso en la espalda. Nosotros empezamos a las 9:00AM con un sol radiante y en 1h30m ya estábamos en el primer hito del camino; Piedra Grande (3650m) o Piedra Colorada, que también hace de comienzo a lo que es Playa Ancha. Ésta última es una parte de la quebrada donde se hace muy ancha y en forma de U (vestigio de que alguna vez hubo un glaciar erosionando allí), muy pedregosa y de 10km de extensión. Para resumirlo, es un tramo que se vuelve infinito e interminable. Luego de 2h15m de caminar por ella llegamos a su final en el segundo hito del camino: Piedra Ibañez (3850m). Ésta es una gran roca desprendida de la pared oeste del cerro que quedó en el medio de la Playa Ancha. Eran las 12.45PM y decidimos parar a almorzar.
Continuamos a las 13.30PM nuestra caminata. Inmediatamente uno deja la piedra, empieza a subir por una serie de “morenas sobre morenas” que bajan de las laderas del cerro lateralmente invadiendo el valle. También debe atravesar canalones de descarga de material de la pared oeste. Aquí uno asciende rápido comparado con el camino que recorre. Luego de estos canalones se llega a un segundo lugar más o menos plano conocido como Playa Chica y ya se puede ver el fondo de la quebrada como termina contra los cerros Cuerno y otros. Al final de la Playa Chica se encuentra Plaza Colombia, una casa destruida por avalanchas y punto importante para descansar. Ya estamos a 4100m y por más que esté el sol hace frío para estar de remera manga larga. Eran las 15.30hs.
La última parte de este largo día era subir la Cuesta Brava y llegar a Mulas. La cuesta es cortita, de unos 100 metros de desnivel pero muy vertical y exigente. Tardamos unos 30 minutos en sortearla y otros 30 más en llegar a Plaza de Mulas, la ciudad en el medio de la nada. Una vez más, fuimos a Guardaparques a que nos firmaran los papeles, luego armar la carpa, comer, tomar líquido y dormir.
Día 3 y 4: Descanso
Estos días nos dedicamos a comer, tomar agua y descansar. También a ambientarnos sobre cómo es la vida en Plaza de Mulas. También fuimos a la casa de los médicos donde tres de ellos nos revisan los pulmones, presión y saturación de oxígeno. Aquí se exige que sea superior a 80% y todos lo pasamos. Personalmente saturo bien (85%) pero hay que seguir tomando líquidos. Aprovecho la tarde despejada y hago el siguiente video:
La noche se completó con una exquisita cena a cargo de las comidas termoestabilizadas Sabor de Reyes.
Día 5: Porteo a Plaza Canadá (5050m) y Nido de Cóndores (5580m)
Este iba a ser el día más duro antes del día de cima. Teníamos que llevar una carpa a Plaza Canadá con comida para un día y luego seguir camino al campo 2, también conocido como Nido de Cóndores, para dejar allí comida para 5 días, botas dobles, crampones y demás ropa de abrigo para los campos de altura. Empezamos a las 9:30AM a subir por una senda que está muy, pero muy marcada. Se pasa una banda rocosa conocida como El Semáforo (4550m), luego otro resalte de roca llamado Piedras Conway (4750m). Aquí se está a mitad de camino de Plaza Canadá y de paso hice un video:
Seguimos el camino que se muestra pedregoso y con buena inclinación y llegamos a un resalte rocoso donde está emplazado Plaza Canadá. Ahí dejamos mi carpa y la comida en cuestión. Eran las 12.30 del mediodía y nos pusimos a almorzar algo para a las 13.30hs continuar nuestro camino hacia Nido de Cóndores.
El primer tercio de camino se aprecia perfecto desde Canadá; es una subida en diagonal cortando un acarreo que baja hasta Mulas. Luego de hacerlo empieza el Cambio de Pendiente, que es el ascenso parcial y cruce del Gran Acarreo que desciende desde la cima. Sobre el final del cruce uno ve un pequeño filo que asciende; cruzándolo se llega a una planicie donde está Nido de Cóndores.
Eran las 16.30hs y habíamos tardado exactas 3 horas desde Canadá. Allí dejamos cansados comida y demás cosas que subimos en petates (una especie de bolso rectangular muy grande). El clima había cambiado y estaba nublado y nevaba por lo que decidimos emprender el regreso a Mulas a descansar y comer. En 3 horas estábamos en el campo base alimentándonos y relajando del día largo que habíamos tenido.
Día 6: Descanso en Plaza de Mulas
Ese día lo único que hicimos fue tomar mate y charlar con expediciones amigas en el domo de Lanko. También averiguamos el pronóstico y daban una ventana de buen clima hasta el domingo inclusive (estábamos a martes ese día). Después todos los pronósticos indicaban temporales y pésimo clima por encima de los 6000 metros. Según este esquema teníamos un día de sobra por si las dudas. Hablamos entre el grupo y decidimos salir al otro día para arriba para estar atacando cima el sábado, esto es siempre pensando en que el mal clima se puede adelantar 12 horas y jorobarnos el domingo.
Día 7: Plaza de Mulas (4400m) – Plaza Canadá (5050m)
Ese día fuimos a los médicos a volvernos a chequear y saturé una barbaridad de bien (93%). Luego preparamos todo y a las 15.30PM partimos a Canadá. En la subida podemos ver a un demente que baja el cerro corriendo y cortando camino; era un portugués que estaba intentando hacer el record de ascenso y descenso desde la entrada al parque, cosa que lo consiguió. Nosotros llegamos bajo los últimos rayos de la tarde (tardamos 3hs), armamos carpa y nos acostamos a dormir.
El frío de la noche fue bastante amable a pesar de la altura en que nos encontrábamos durmiendo
Día 8: Plaza Canadá (5050m) – Nido de Cóndores (5580m)
El día lo comenzamos tarde. Tomamos el desayuno muy tranquilos, unos mates, desarmamos campamento y al mediodía partimos por el ya conocido camino a Nido, lugar que llegamos luego de 3hs. Una vez más, armamos carpa y en este caso ya empezamos a derretir nieve para tomar. Acá el frío se hace sentir y es increíble como se desploma la temperatura inmediatamente después de la puesta del sol. Hice un video del famoso atardecer desde Nido (hay veces que se puede ver el Pacífico):
La noche fue muy fría (-10°C dentro de la carpa) pero la carpa (una NorthFace VE25) se la recontra aguantó.
Día 9: Nido de Cóndores (5580m) – Cólera (5970m)
Este día fue un calco del último; arrancamos tarde, con el sol calentando la carpa y desarmamos tarde para ir a Cólera. Aquí las reglas de juego cambiaban porque empezaba el tránsito por hielo con botas dobles y crampones; además de guantes de pluma, pantalón especial y demás cosas para combatir el frío. Dejamos en Nido las botas de trekking y otra ropa “liviana”, así como comida de sobra que sabíamos que no íbamos a utilizar en dos días.
La subida nos tomó tres horas de ascenso un poco más empinado de lo normal pero sin ser cosa de otro mundo. Al llegar al Cólera, vimos unas 70 carpas con gente que esperaba o salir a cumbre con nosotros al otro día o que había vuelto de la cima ese día. La impresión que da Cólera es la de un campamento de paso; nadie se queda más de dos días allí. Uno puede esperar en Nido varios días a que pase el mal clima pero en Cólera uno no puede esperar porque a esa altura el cuerpo se cansa y desgasta con sólo mantener las funciones vitales.
Una vez que armamos carpa, la pusimos en condiciones y derretimos nieve. Nos medimos la saturación de oxígeno y era muy variable; el cuerpo luchaba por oxigenar pero era evidente que le costaba muchísimo. A esa altura y a cualquiera superior uno debe estar oxigenando en más de 70%; todos estábamos por sobre ese valor y yo particularmente en 76%. Si teníamos menos de 70, no podíamos salir a hacer cumbre. En una de las salidas de la carpa aprovecho para hacer un video:
Notarán la voz mía agitada. El sólo hecho de hablar a esa altura se complica. Uno tiene que hacerlo más pausado para no agitarse.
Religiosamente tomamos los 6 litros que se recomiendan a esa altura (aparte de los 3 que nos habíamos tragado en el camino) que trae los problemas aparejados de mear cada 10 minutos. Mis compañeros no tienen problemas en mear en una botella dentro de la carpa pero yo, no sé por qué puta, no logro acostumbrarme a ello. Salir a mear afuera conlleva congelarse, perder la temperatura corporal que tanto cuesta conseguir, por lo que luego de mear a la medianoche afuera estuve tiritando dentro de mi bolsa de dormir por un largo rato. Por suerte ni yo ni mis compañeros de carpa tenemos el problema de no dormir en la altura; de a ratos y por momentos profundamente dormimos.
Día 10: Cólera (5970m) – Cima (6962m) – Cólera (5970m)
A las 3:00AM suena el despertador y de a poco nos vamos desperezando. Nos llevamos la (ingrata) sorpresa que la carpa había condensado muchísimo y las paredes estaban todas con hielo de nuestra respiración. No sólo eso sino que las bolsas estaban recubiertas de una capa de hielo y en mi caso la barba que rodea a la boca también. La noche era tan fría que el aire cálido y húmedo que salía de mis pulmones se congelaba apenas salía de la boca. Eso era algo que nunca había experimentado! Tranquilamente teníamos -25°C dentro de la carpa y unos -35°C afuera. Yo no había pasado frío porque me metí a la bolsa totalmente vestido con la ropa que iba a salir el día de cumbre. Luego de una hora habíamos derretido el agua y teníamos los 3 litros necesario por persona para el largo día que nos esperaba. A las 4:00AM soy el primero que se atreve a salir afuera de la carpa; el shock de frío inicial en los pocos centímetros de cara que tenía descubierto me terminan por despertar al instante. La sensación inicial es de hipotermia general; sentís como el frío le gana al cuerpo y las extremidades se vuelven insensibles. En una rápida maniobra me saco los guantes de pluma quedando sólo con los interiores y me ato la bota doble y los crampones. La tarea me debe haber tomado 2 minutos pero fueron suficientes como para dejarme los dedos sin sensación de tacto y con un dolor punzante intenso. A las 4:30AM ya estamos los tres listos y nos ponemos a caminar hacia arriba.
El progreso es rápido pero delicado porque el hielo está extremadamente duro por el frío y un crampón mal clavado significa una bajada de muchos metros. El frío ganaba las extremidades al punto que empiezo a preocuparme por el estado de los dedos de mis pies. Hacía rato que lo único que sentía eran agujas clavándose en ellos; pero como el estado no empeora decido continuar. El primer descanso lo hacemos a los 6150m, con el amanecer ya en marcha y cuando dábamos alcance a un grupo grande de alemanes. Allí aprovecho para hacer un video en el que mi amigo Rodolfo le manda sus cursis saludos a su esposa que por unas inoportunas anginas se tuvo que quedar en Mulas:
El siguiente objetivo era llegar a Independencia, un refugio abandonado a 6300m de altura. A mitad de la subida para llegar allí Rodo se empieza a sentir mal aduciendo que le cayó muy mal la comida de la noche anterior. Es un momento de pésimas noticias; veníamos como locomotoras para arriba y en un segundo lo tengo a mi compañero dando ahorcadas y sin fuerzas. Paramos a descansar y luego, a paso mucho más lento ya que Rodo no estaba bien, alcanzamos a las 8:00AM Independencia (6300m). Aquí había muchísima gente que habían salido antes que nosotros y que estaban descansando y recibiendo los primeros rayos de sol del día. Allí hacemos otro descanso y hablamos con Rodo que yo iba a seguir a mi ritmo y que él iba a tratar de continuar hasta donde podía con el suyo.
El camino yo no lo conocía pero sabía que una vez en la travesía, tenía la cumbre al alcance. Lo que tenía enfrente mío era un zigzag que se montaba en un filo del cerro:
Cuando empiezo a subir esa cuesta repleta de gente (parecen que todos se terminan juntado allí), veo a Rodo que viene detrás mío y a buen ritmo! Aminoro la marcha para una vez arriba del filo juntarnos y continuar como grupo. La sorpresa mía es mayor cuando veo la tan famosa “travesía” sobre el gran acarreo y como termina en un gran murallón de roca conocido como La Cueva:
La primera parte es casi sin desnivel por lo que se avanza rapidísimo, pero la segunda parte consta de 300 metros de desnivel que cada vez se empina más antes de llegar a La Cueva. Esa última parte es sin dudas la que te saca la respiración y la que te cansa pero en sí toda la travesía es exigente porque tenés vientos helados soplando hacia el cerro que te congela la parte del cuerpo que tengas expuesta en segundos. En mi caso, el mayor castigo se lo llevó la nariz. Llego a La Cueva (6650m) unos minutos antes de las 10:00AM y Rodo lo hace a esa hora. Aquí es un excelente punto para descansar y calentarse con el sol que nos esquivó durante la travesía. Comimos algo, hidratamos más y luego de una hora de descanso seguimos para arriba pero sin las mochilas de ambos. Durante el descanso, hice un video:
Lo que nos quedaba era la famosísima “Canaleta”, que no es más que la parte superior del gran acarreo de la cara noroeste del cerro. Una muy empinada sección de muy mala tracción que por suerte no la sufrimos tanto ya que las intensas nevadas nos habían dejado unos manchones de nieve para ir por sobre ellos. La Canaleta debe tener como mucho 70 metros de desnivel pero son tan verticales que no permite un ritmo continuo sino que hay que parar a descansar cada 10 pasos.
Una vez que se sale de ella ya uno tiene la vista a la izquierda de la cima y de la gente que está sobre ella. El camino que resta hacer es la arista cimera conocida como Filo de los guanacos. Te entrás a desesperar por las ganas de llegar pero sabés que te falta una hora para completar los 180 metros de desnivel. Aquí la lucha es interna y cada paso que das saca mucho oxígeno de tus pulmones. Son 5 pasos y luego parar a recuperar aire, otros 5 pasos y volver a parar y así durante una hora. En esta parte yo me pincho un poco y le pido a Rodo que hagamos dos descansos de 5 minutos porque sentía que el corazón se me salía.
Luego de 1h30m desde la cueva y a las 12.30hs del mediodía del 19 de enero llegamos a la cima con Rodo. A mí me embarga una emoción que no sentí nunca en mi vida ya que era un proyecto muy deseado. Había postergado la subida a este cerro ya que lo consideraba como la mina más linda del barrio que una vez que te la comiste no te queda otra más linda con quien estar. Siempre consciente o inconscientemente lo posponía. Por ello era una salida muy especial y la verdad que la cima la disfruté muchísimo:
Estuvimos una hora en la cima sacándonos fotos con la nueva y reluciente cruz y las 13:30PM pegamos la vuelta mientras las nubes nos cerraban el cielo muy rápidamente. Durante el descenso Rodo tuvo problemas con sus crampones que se le salían a cada minuto por lo que nos demoramos más de la cuenta en bajar y casi llegando a Cólera la tormenta se terminó de desatar. A las 17:00PM estábamos en la seguridad de nuestra carpa y con Rodo intercambiamos la tarea de derretir agua para hidratar. Yo tuve la estóica y valerosísima tarea de cagar a 6000m de altura y con un viento que volaba las carpas mientras la nieve te pegaba horizontalmente. Les juro que me fue más difícil terminar esa tarea que subir el cerro.
Día 11: Descenso a Plaza de Mulas (4400m)
Amanecimos tarde (como lo merecíamos) y mientras desarmábamos campamento derretíamos nieve para seguir hidratando. Me sorprendí que no me dolieran las piernas por el esfuerzo del día previo y que en general me encontraba super fuerte. Al mediodía empezamos nuestro descenso con otra nueva tormenta formándose sobre nuestras cabezas y llegamos a Mulas 5 horas después y llenos de nieve. Allí comimos unas reconfortantes hamburguesas y le dimos al sueño como nadie esa noche mientras afuera seguía nevando.
Día 12: Descenso a Horcones (2800m)
El día amaneció totalmente nublado y nevando por lo que desarmamos la carpa rápido y como pudimos armamos los petates para que la mula los baje. Mientras nosotros le entregábamos los desechos corporales a Guardaparques en un container. Luego emprendimos bajo una nevada la bajada de la Cuesta Brava. Llegando a Piedra Ibañez la nieve da paso a una llovizna que nos persiguió todo el camino y nos empapó hasta el último centímetro de cuerpo. Mientras nos acercábamos a Horcones Rodo llama por radio a Lanko para que nos vayan a buscar en una camioneta y nos trasladen a Penitentes. Allí buscamos los petates y nos tomamos un Expreso Uspallata que nos deja roñosos, hambrientos y cansados en la terminal de micros de Mendoza. Fin de la aventura.
¿Qué tan difícil es?
Es extremadamente relativo. Lo realmente complejo se desarrolla a partir de los 6000m cuando uno sale de Cólera hacia arriba por la huella en nieve dura/hielo. Si uno está acostumbrado a hacer ascensiones regularmente en el Cordón del Plata y sortear desniveles de más de 1000 metros con peso en la espalda y en el día, entonces no les va a significar una proeza subir el Aconcagua. Es un cerro que te desafía a ser ordenado, donde la aclimatación correcta es un parámetro crítico. La subida a cada uno de los tres campamentos no lleva a sortear más de 600 metros de desnivel entre ellos, que no es un gran número. A nivel personal llegué muy entero a cada campamento. La senda tan marcada y el tipo de trazado, suave y sin desniveles bruscos, cuida muchísimo las piernas. Cualquiera que haya hecho algunos cerros sabe que no es lo mismo hace 500 metros de desnivel por un sendero bien consolidado y de pendiente moderada a hacerlos por una canaleta con nieve floja o blanda; son 500 metros en ambos casos pero en el segundo caso nos va a comer mucho más pierna que en el primero.
A mí me quedó la sensación que el cerro Plata me costó mucho más que el Aconcagua. Lo digo por cómo llegué a ambas cimas y por como me sentí al otro día. En el Aconcagua se hacen menos de 1000 metros de desnivel el último día; en el Plata son 1700 metros. También en el Plata estaba con 8kg menos de peso y mucho más entrenado. Así y todo esas fueron mis sensaciones.
Respecto a la posibilidad de contar con un guía a nosotros ni se nos cruzó. Menos en un cerro donde está la huella tan marcada y además contábamos con toneladas de información en internet. Tal vez para alguna gente capitalina, que es muy amante de las salidas al volcán Lanín, carreras de aventura y las sierras de Córdoba y que de repente se aventuran al Aconcagua sin hacer ningún cerro intermedio, les sea de extrema necesidad los servicios de guías pero una persona con experiencia en montaña (léase Cordón del Plata) puede prescindir de ellos.
Tema: Agua
El agua se consigue muy fácilmente en Confluencia y Plaza de Mulas. En este segundo lugar se toma de pequeño arroyo que sale de una morena terminal ( en Google Maps) por lo que a la tarde, cuando el deshielo se acelera, viene más turbia. Las empresas llenan unos tachos azules de 200 litros con esta agua y la dejan que decante.
En Plaza Canadá no hay nieve, pero a 200 metros de allí baja un canalón al costado del Gran Acarreo que a partir del mediodía (en días soleados) trae algo de agua y que se puede tomar ( con la letra A el canalón y con la B Canadá en Google Maps). Por ende tampoco hay que derretir agua.
En Nido de Cóndores y Cólera si o sí hay que derretir nieve. Hay que tener mucho cuidado de donde se saca. El cansancio lleva a sacar nieve del lugar más próximo a la carpa, pero ese lugar resulta ser también el más próximo para orinar. Por ende, se debe caminar mucho para encontrar un lugar sin nieve amarilla!
Conclusiones
El Aconcagua es el desafío de altura más grande que puede tener cualquier andinista de este continente. Es un cerro que tiene un gran belleza paisajística y una muy entretenida ruta de ascenso, con muchas variantes en el medio. Hay que convivir con la cantidad de gente que se amontona para subirlo durante el mes de enero y febrero. Personalmente no es un cerro que lo volvería hacer ya que demanda tantos días de ascenso y a mí me gustan cerros de entre 4 y 5 días, pero no deja de ser una cita obligada para quienes todavía no lo han hecho. (Para los que les interesa tener todos los cerros de Mendoza mapeados en Google Earth acá podrán descargarlo y visualizarlo en ese programa.)
Me despido con la misma imagen de cumbre que postié en el adelanto y espero que les haya sido de utilidad lo escrito: