Animal de Ruta

Islandia: Los fiordos del lejano este

En mi periplo islandés, me tocaba salir desde Höfn, al sur este de la isla, hasta Egilsstaðir,  ya en la zona noreste. Iba a ser un gran contraste de paisajes y de temperaturas. Pasás de un clima oceánico y bendecido por la corriente del golfo, al frío desolado de la parte norte;  en términos prácticos, de 5ºC a -10ºC. (Como siempre, para ver las fotos en su tamaño original denle click sobre ellas!)

El camino es hermoso; siempre bordeando el mar vas moviéndote hacia el este y notás como progresivamente dejás de cruzarte con autos, ya ni siquiera ves ovejas pastando y las típicas casas de campo; se vuelve inhóspito en el mayor sentido de la palabra. En esta parte el camino se vuelve de tierra, y las montañas cortadas por antiguos glaciares hacen su aparición:

Como siempre, me olvido del mar para focalizarme en los cerros que aparecen con sus niveles de diferentes pulsos de lavas bien marcados. Las formas puntiagudas son gracias a los antiguos glaciares que bajaron alguna vez desde la meseta. Me hago tiempo para una pano del fiordo Fáskrúðsfjörður:

Sigo avanzando y salgo de un fiordo y entro a otro y así repetidamente. Una extraña sensación me hace sentir que todos son muy parecidos; sólo cambian los nombres de los pueblitos que aparecen con nombres dificilísimos de pronunciar. No me dejo de sorprender con los paisajes que veo. En agosto, cuando todo lo amarillo cambia a verde, debe ser increíble:

Después de 3 horas manejando y parándome a sacar fotos, noto que está más frío que cuando salí de Höfn, y eso que era un día a pleno sol. El auto marcaba -4ºC y la influencia del clima norteño se empezaba a notar. En un momento la ruta gira y apunta hasta el fondo de uno de los fiordos y sube hasta la cabecera del mismo. Allí hacían -9ºC y con todo el apuro del mundo, bajo para hacer la siguiente foto:

Lo que queda es bajar el cerro, entrar en el valle del río Jökulsá hasta Egilsstaðir. A partir de aquí el paisaje se vuelve blanco por la nieve y se pierde un poco de los colores naturales de los cerros y la vegetación. Todo eso se va a ver recompensado con una espectacular vista a las auroras. Sólo me queda recorrer los paisajes geológicos de la zona norte. Yo los dejo con una última foto de la zona de los fiordos. Será hasta la próxima!