Y un buen día… nos pudrimos de escribir. El blog quedó en silencio y ni siquiera el animal de la semana(tm) salió, tan fiel y regular que era. Simplemente perdimos el interés, y cuando uno no tiene ganas se pone a hacer cualquier otra cosa.
Bueno, las ganas volvieron, y me estaba decidiendo a hacer algún post del estilo de “gran reinauguración” cuando Guillote decidió ponerse a escribir de vuelta como si nada, sin mencionar la pausa y teniendo la desfachatez de salir con sus posts tan buenos como siempre. Sin cambios, acá no pasó nada y a otra cosa…
No es mi caso. Si voy a volver, que se note que me fui. Aunque sea por lo que dure este post, vamos a cambiar un poco el estilo sobrio y enciclopédico de los animales de la semana(tm). No les voy a explicar qué es cada cosa. Si a esta altura no saben qué es una nebulosa planetaria, sigan el link que no muerde o busquen un animal viejo. Y si a esta altura no saben por qué tienen esa forma… bienvenidos al club. Para hablar de formas les traigo entonces no una,
Ni dos
Sino tres nebulosas planetarias:
La primera es NGC 246, la calavera, la segunda se conoce como la Nebulosa de Saturno (NGC 7009) y la tercera es una de las dos a las que se le dice “la caja” (box nebula, NGC 6445). Ya hablé de la otra caja antes en este post.
¿Se dieron cuenta qué tienen en común según su forma? Nada. No tienen nada en común. Una es una burbuja, la otra tiene un palo atravesado y la última parece un huevo frito reventado. No es que no se sepa nada acerca de cómo se forman las nebulosas planetarias, pero aún no se entiende bien qué mecanismos producen formas como esas (o el caso mas extremo de la nebulosa del bicho, as seen on this blog). La simetría esférica de la primera es en realidad lo menos frecuente; apenas el 20% de las nebulosas planetarias son así. La forma del resto puede deberse a que estén en un sistema binario, que la estrella tenga planetas, a cómo interactúa el gas que se escapa con el campo magnético de la estrella o a su rotación. Una correlación más o menos clara se da con la masa de la estrella; las menos masivas tienden a generar sus cáscaras (shells) de forma esférica, mientras que las mas masivas muestran flujos bipolares (como la segunda) o cosas mas extrañas (como la tercera).
Pues ahí lo tienen. Las tres imágenes fueron sacadas con el telescopio de 406mm de diámetro de la ULP y la cámara SBIG. No me acuerdo el tiempo de exposición de cada una y soy demasiado vago para buscarlo, pero no pasa de los 30 minutos para las dos últimas y tal vez 50 para la primera, incluyendo la capa de luminancia y cada filtro R, G y B. Hay nebulosa planetaria para todos los gustos, y si no les gustan púdranse en el averno*.
*Decidí prescindir del párrafo final inspirado y poético. ¿Acaso tengo cara de Carl Sagan? Si tanto les jode les prometo para la semana que viene una galaxia, o lo que me pidan en los comentarios.