A vos te hablo

A vos troll, a vos te estoy hablando. No tenés un perfil en particular. Podés ser profesional o no, joven o viejo, rico o pobre. Pero sos troll. Funcionás de la siguiente manera. Estás mucho tiempo en internet, leés bastante, averiguás, tenés más conocimientos en un área específica. Y es ahí donde te trolleás. Cuando alguien se aventura, atreve o digna de hablar de ese tema del que vos sabés tanto. Porque no soportás que toquen tu tema, que se metan con lo que vos sabés, porque sos el único que sabe, el que más conoce. Tu ira se desata ante cualquier mortal y lo tenés que rebajar, total él no sabe nada, no estudió una mierda ni lo podría estudiar.

Un poco de su accionar

Si al lector amigo no le quedó claro, un troll es un personaje internetiano que ingresando a cualquier blog, su única actividad es trollear (bardear). Leamos un comentario tipo:

“Vos no sabés nada flaco, ¿qué estudios tenés del tema?, sos un fracasado, seguí detrás de tu computadora escribiendo mierda mientras yo hago plata, ignorante!”

Como habrán notado, no aportan a la discusión, no aclaran su punto de vista, no opinan. Ni siquiera te acusan de nazi (recordar la ley de Godwin). Ellos provocan, insultan, descalifican. Lo hacen con una vocación envidiable. Nada parece calmarlos, trollean una, otra y otra vez. Mientras más revuelo generen, mientras más desacrediten, más satisfechos se van a sentir. Ellos son así, son trolls.

¿Cuándo comienza su accionar? Cuando te metés en un tema que ellos dicen o creen conocer. Sus apariciones son mucho más frecuentes en tópicos polémicos: religión y política rankean primeros como atractores de trolls.

Un ejemplo real lo vivimos en carne propia en este humilde blog. El post del “pique” que atrajo a este primer personaje fue el de la posible instalación de la mina San Jorge. Este troll cumplía con el requisito básico del que habíamos mencionado antes, el conoce del tema: es geólogo y vive de la minería. Lo conozco personalmente, es buen pibe, pero estas boludeces no se tienen que dejar pasar. Creerse por encima de los demás es una de las peores miserias que puede tener un ser humano. Este pibe, leído del tema (aclaro que tengo el mejor concepto de él como profesional) escribió lo siguiente:

“Muy buena recopilación de datos y armados de manera bastante peculiar para dibujar una realidad a la cual tu lente de astroboy no te permite ver.  Ahora yo me pregunto, si estudiaste astronomía o estas estudiando, cualquiera de las dos opciones, no consideras una total caradurez de tu parte opinar sobre temas totalmente científicos/técnicos /económicos de los cuales nunca recibiste capacitación?”

¿Ahora entienden? Habla desde el pedestal  del conocimiento. Cita “temas científicos” cuando estoy seguro que nunca leyó un libro de epistemología. No hace falta estudiar mil años para poder leer y entender el proceso básico de extracción de un mineral. Sólo es física básica.

La refutación a su pensamiento trolleano

Un ejemplo es el de la mina Bajo La Alumbrera. Es una mina gigante y seguramente con un montón de procesos complejos. Yo no estoy capacitado para decir si debe seguirse explotando los recursos o si la relación coste/beneficio es la apropiada para ese tipo de proyectos y cosas por el estilo. No me atrevo a opinar porque el tema me sobrepasa. Pero cualquier persona de Andalgalá, pueblo cercano a la mina sí puede opinar. ¿Cómo no puede opinar cuando aumentaron los índices de cáncer 300% en 5 años y encima se ocultan (si, se ocultan) gracias a la chequera gigante de la empresa? ¿Cómo no puede opinar cuándo el SEGEMAR constató que la minera arrojó elementos pesados al río del cual se abastece el pueblo y que eso es el causante del cáncer? ¿Cómo no puede tener una opinión formada un padre el cual el hijo sufre de esa enfermedad? Acá es donde queda refutada por completo las ideas de este troll. Una persona (el padre) sin la más mínima capacitación (probablemente analfabeto) va a tener una opinión bien formada (y fundamentada) acerca si está a favor o no de La Alumbrera. (Aclaro que no estoy en contra de la minería, es un “mal” muy necesario, pero da para otro post).

Closeup y otras yerbas

¿Qué se debe hacer con un troll? ¿Reeducarlo? ¿Enseñarle cuàl es el camino para un sano intercambio de opiniones y/o información? ¿Bannearlo? Yo creo firmemente en la última opción. Aquí nosotros adoptamos un protocolo repetido en la cultura de Internet: «No alimente al troll» (Don’t feed the troll).

Esta clase de personas no tienen retorno, no se pueden cambiar, van a seguir atropellando gente por el resto de su vida porque ellos son los que más saben (ironic mode: on). Pero no le vamos  a permitir a nadie ofender en nuestro blog. Abrimos este espacio para compartir info entre nosotros, dejar en “papel” cosas que siempre deliramos en nuestras charlas de asado o montaña. Y por ello queremos mantener este humildísmo lugar libre de vos, troll. Andá a otros blogs que todavía no saben lo que sos. Dale, trolleá que es gratis.